IMPERMANENCIAS


 Para capturar las impertinencias de un espacio, elegí este lugar particular que frecuento todos los días, pero escasamente habito. La principal razón de mi decisión fue el hecho de que es un espacio inhóspito en mi casa. Funciona como un cadáver de elementos que ya no se usa, que están cubiertos de polvo, con la pintura rascada y particularmente huellas de que alguna vez se usaron y fueron centro de un hogar. El lugar en donde yacen los elementos es siempre el mismo, pero no cumplen ninguna función, nadie los usa, a veces alguno se sienta en la silla, apoya algo en la mesa, pero jamás recuperan la vitalidad que tenían antes. La tela que cuelgan del árbol está desgastada, casi putrefacta, y aun así nadie la quita de ese lugar. Son escombros de una vida pasada, pero recuerdan a otros tiempos, y de alguna forma, siempre se van a mantener allí. A su vez, estos elementos contrastan con la vitalidad del espacio, el pasto verde, las hojas, el cielo, por eso también decidí tomar las fotos en distintos horarios del día. Si bien este lugar no tiene demasiado uso, da la sensación constante de que alguien pasó por allí, de que alguien los utilizó alguna vez, y de vez en cuando, un leve movimiento se genera, alguien en algún momento movió esa silla, el viento corrió la tela hacia algún lado, de alguna manera se genera una sensación de utilidad, de uso incluso presente, no solo pasado.


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